miércoles, 7 de diciembre de 2011

BASTA DE PUBLICIDAD TOXICA

BASTA de  contaminación visual y  auditiva!!
Desde que nacemos, hasta el final de nuestra vida en este planeta, somos bombardeados con una frecuencia poco saludable con información irrelevante y muchas veces dañina, por parte de los distintos medios de comunicación masiva.

Uno mira  la televisión, los diarios, las revistas, la Internet, ya sea con el objetivo de recrearse o informarse, pero muchas veces y  casi sin darnos cuenta, nos adentramos en el maravilloso y escalofriante mundo del consumo. En solo pocos minutos nos encontramos buceando entre SPA para niñas donde pueden festejar sus cumpleaños, electrodomésticos con MP3 incluido, cremas contra el avance de la edad, alimentos pro recetas gourmet, limpia inodoros con fragancia a bosque, desodorante de ambiente con fragancia a LOVE, un bronceado perfecto sin sol, una computadora inodoro,  el último celular con música, cámara de fotos, Internet, GPS y más, recetas para encontrar la felicidad en una semana, viandas dietéticas y nutritivas,  all English for babies, desde los 4 meses de vida!!! BASTA.  y es ahí que me pregunto: ¿Hacia dónde vamos?, ¿Cómo llegamos hasta acá?  Y es ahï cuando me respondo: Bueno, para  pero si uno quiere,  uno puede hacer oído sordo y vista gorda sobre todo esto. Pero casi instantáneamente me contesto que no, que no es así, porque por más que uno no quiera, al salir a la calle, aparecen una gran cantidad de carteles llamativamente publicitarios que se pegan al cerebro como mocos difíciles de quitar.

Y esto ¿Por qué? Porque inconcientemente mucha información que a veces ni siquiera nos damos cuenta que escuchamos o vemos, queda fijada a nuestra mente, afectándola  y manipulándola de forma notable por quienes están mas que interesados en la posterior puesta en marcha de NUESTRAS acciones que incrementen SUS cuentas bancarias.
Lo lamentable de toda esta cuestión es que nadie, absolutamente nadie queda exento de esta nefasta invasión, ya que a la misma no le importa ni la franja etárea, ni el sexo, ni la religión, ni la tribu urbana a la que uno pertenezca, ni la condición económica en la que se encuentre, ni ni ni.

Donde se perciba un cuasi ser humano allí estarán ellos intentando convencerlo imperativamente de que lo mejor que puede hacer es hacer lo que ellos le digan (¡Compra!), cuando le digan (¡Ya!) y como le digan (¡Muy fácil!).
Causa escalofríos pensar en como TODOS estamos insertos en un vicioso círculo donde la mayoría de las personas trabajan  todo el día para luego invertir la mayor parte de su sueldo, en las mismas cosas que ellos producen, pero como si fuera poco a precios irrisórios. Vivimos para trabajar, trabajamos para comprar, compramos para vivir.
Dijsalaj!!!

miércoles, 30 de noviembre de 2011

METROAPRETADOS



Autos, colectivos, motos, taxis, camiones y bicicletas piden pista en la Av. Juan B. Justo desde Liniers hasta Palermo. Viajar desde el Oeste hacia el Norte de nuestra enloquecida Ciudad Autonoma de Buenos Aires se convierte en una experiencia extrema-religiosa en las horas pico, es decir cuando la gran masa trabajadora tiene que llegar a sus distintos lugares de trabajo.
Gracias a la gestión del gobierno PRO, hace algunas semanas comenzó a funcionar el Metrobus, colectivos dobles con fuelle con algunos asientos nuevos. Tanto estos como  las distintas unidades de las líneas de colectivos que atravesaban la Av. Juan  B Justo ahora circulan por un carril especial, teniendo paradas  cada cuatro cuadras aproximadamente con sus dársenas correspondientes. Hasta aquí pareciera todo muy bonito sin ahondar en la escasez de móviles que frecuentan la Avenida y el gran embrollo que se produce en las distintas dársenas para poder acceder a las diferentes colectivos, gente corriendo de un extremo a otro de las mismas.
Lo que llama la atención es que después de haber esperado tanto tiempo y soportado tantas obras de infraestructura y  haciendo carne el “DISCULPE LAS MOLESTIAS ESTAMOS TRABAJANDO…”  al día de la fecha seguimos viajando cual ganado vacuno o peor.  Por empezar podríamos decir que se complica sobremanera subir al colectivo cuando en la puerta hay personas apretadas y encajadas cual puertas humanas con el  peligro que esto acarrea.
Luego de haber dejado pasar tres o cuatro unidades,  lo que implica perder tiempo, tener mucha paciencia y voluntad uno logra subir al colectivo, comienza el Leit Motiv de la aventura, es decir que entre otras cosas, hay que intentar respirar, rezar por un asiento, tomarse fuerte de donde se pueda, cuidar que los chicos no se caigan, cuidar las pertenencias y estar atentos de si alguna persona con discapacidad, embarazada, o de tercera edad necesita un asiento. En pocos segundos pasamos a ser parte de una gran bola humana, donde el cansancio, el mal humor, el nerviosismo, la impaciencia son parte del pegamento de la misma. Entonces yo me pregunto: ¿En que favorecen estos minutos  que se ganan de viaje si la calidad del mismo sigue siendo pésima? Escuche decir en muchos medios de comunicación que la gente iba a llegar mas rápido al trabajo, que los móviles eran mas lindos, que hasta iban a tardar menos que viajando en automóvil.
Menos tiempo pero igual o mas apretados, enojados, malhumorados, cansados. Minutos menos ¿Pero como llegamos?